jueves, 5 de abril de 2007

*ESTA SEMANA SANTA ¿A LA PLAYA?

Este es un blog de cultura, de ocio… y estamos es Semana Santa sí, por lo que debo hablar de las opciones que se presentan a los fuenlabreños (de sangre o de bote), en estas fechas, en las que como mínimo, hay dos o cuatro días de vacaciones.
La verdad es que por mucho que desde la Comunidad de Madrid se quiera incentivar el turismo en la capital de España en estos días, lo que la gente de aquí hace es pirarse. Además hay que decir que te lo ponen a huevo. Ni las altas esferas de la ciudad dan ejemplo. Los concejales por ejemplo, no han trabajado en toda a semana y lo peor es que hasta que no vuelvan, tampoco lo hará la habitual agenda de eventos a la que el Patronato de Cultura municipal nos tiene acostumbrados. De modo que enumeremos las opciones que nos quedan:

1-Podemos irnos a la playa a lucir biquini y broncearnos
2-O podemos disfrutar de estas fiestas religiosas y salir a ver las procesiones de Fuenlabrada o las de cualquier otro lugar.
Hay que decir, que normalmente en estas fechas suele hacer buen tiempo, por lo que la llegada de la primavera y del calor nos anima a salir en busca del sol. Pero este año, los planes de muchos se han truncado, porque cuando parecía que el mal tiempo remitía, la cosa se puso aún peor. A muchos de los que tenían su viaje organizado desde hacía semanas, se les ha escuchado decir esperanzados: “Bueno, en el sur siempre hace buen tiempo…”. Pues estamos a Jueves Santo y tururú. Donde no llueve hoy es en Madrid y bueno, hay zonas del sur donde por ahora tampoco lo hace, pero no es tiempo de playa. Por el contrario, a quienes les han llegado sus días de suerte es a lo amantes del esquí. A ellos no les importa que las temperaturas se mantengan bajas. Ya lo mostraba la televisión hace unos instantes: Sierra Nevada abarrotada de aficionados al deporte blanco y aunque en las playas tampoco faltaba la gente, no lucían como se esperaba. Pocos biquinis se han visto y ni una sola sombrilla. No obstante, aún hay muchos que cumplen con la tradición. En los pasos nunca falta gente.

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